Monday, February 23, 2009

El Bobero es un genio!*

Onda onda, Buena onda
Enero 21st, 2009 · 62 Comments
La buena onda y yo, somos como Nigeria y Argentina; solo mantenemos contacto debido a efímeros lazos comerciales.

Nunca comprendí el concepto de la buena onda, es mas, la simple conjugación de estas palabras me retuerce el estomago. Me lastima, me da bronca y me impide seguir razonando.

Este texto es oportuno en cuanto al momento en el que me encuentro. Actualmente recibo ofertas para escribir en determinados diarios, revistas o magazines. Pero cada vez que asisto a la primera reunión, me encuentro una y otra vez con lo mismo.

EDITOR
- Ja, ja, Esto esta buenísimo. Me encanta. Quisiera que escribas para nosotros, pero que escribas mas “buena onda”. Obviamente, conservando tu punto de vista.

La verdad señoras y señores, es que yo no soy buena onda. Yo soy yo, y buena onda es un apellido que se le coloca a las personas huérfanas de identidad.
La buena onda es la máxima expresión del miedo a la soledad. Es la llave maestra a la sociedad para cualquiera que la quiera. Y lo peor de todo, es que es gratis.

No cualquiera puede desarrollar la teoría de la relatividad. No cualquiera puede escribir “La Nausea” como Sartre, y no cualquiera puede jugar golf como Tigre Woods.
Sin embargo, cualquiera puede ser buena onda. La buena onda es de todos y para todos.

Tal vez ahí radique el peor de los males de la sociedad. Por ejemplo, es ridículo ver a una persona estupida con mala onda. Principalmente por que apenas lo notamos, nos damos cuenta de que esa persona no tiene derecho a usufructuar de la mala onda.
Él es estupido, y por ende, su patrón para insertarse en la sociedad es el de no quejarse de absolutamente nada y acceder a todo lo que se dictamine.
Entonces, queda claro que no todos pueden ser mala onda, pero si absolutamente todos pueden ser buena onda.

Ahora bien, imaginémonos por un segundo que un editor, un productor, o un restaurante desea captar la mayor cantidad de clientes potenciales.
Si fuese para un restaurante, seguramente observaría la zona de su negocio, y en base a la mayor cantidad de personas de un determinado ámbito social, elaboraría los menús con precios y gustos apuntados a ellos.
Claro esta, seria ridículo instalar un restaurante de cinco estrellas dentro de una villa.

Por ende, cuando un productor agarra con sus manos dos guiones, no piensa en cual de los dos es el más elaborado, el más astuto o el más culto. Elige el que entre en el target más popular de todos. ¿Y cual es ese? Si, el de “La Buena onda”.

Este es un problema aberrante, es un cáncer que no para de expandirse, un negocio que no deja de crecer. La buena onda educara el día de mañana a nuestros hijos.
Yo no quiero volver a tolerar nunca mas al forro de Francella haciendo su única cara una y otra vez. No quiero volver a ver en mi vida al lidibinoso de Fabio Posca haciendo sus monólogos empachosos, llenos de mensajes subliminales a la marihuana. No quiero mas, basta. Por favor.

¿Cuál es el límite? Yo quiero que mis amigos sean críticos, quiero que mi novia me diga si hice algo mal. No importa la manera, no importa la tonalidad, quiero que todos tengan apellido.

Por eso digo, que yo no necesito de la buena onda. Y ella seguramente no me necesita a mí. Necesitar de la buena onda es pedir por favor recibir las noticias, las verdades, y hasta la vida misma adulterada por el relato de un infame optimista.
La verdad es como es, es una sola, vista desde el punto de la realidad, y eso es tan certero como un axioma.

Tampoco entiendo las reuniones, los cumpleaños o las actividades a las que a uno lo invitan anticipándole que hay que ser buena onda.
¿Pero como es esto? Si a mi me invitan a ver una película y me piden que sea buena onda, es por que la película es una porquería, y la única manera de hacer llevadero el momento es que mienta a raudales sin importar mi propia opinión.
Me están matando por un tiempito indeterminado, solo con el fin de pasar un buen momento a cualquier costo.

La buena onda es una locura. Es pan para hoy y hambre para toda la eternidad. Yo no quiero que mis hijos sean educados por la buena onda. Tinelli es buena onda. Gianola es buena onda. Los Midachi son buena onda. Y estoy mas que seguro, que no quiero relacionarme con ningún fanático de Dady Brieva.
*Afanado de aca.

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