Los monjes Hare Krishna siempre llamaron mi atencion.
me parecia re divertida la idea de pasarsela llendo de un lugar a otro bailando y cantando la misma cancion (The Maha Mantra) todo el tiempo.
Hasta aca todo genial.
Lo que nunca me hizo gracia fue, en primer lugar:
La idea de una vida austera aunque, el habito y sus colores hicieron que mas de una vez pensara:
“Y teniendo ese traje quien necesita mas?”
Aun pensando esto, Siempre llegue a la misma conclusion:
A mi el capitalismo me va mas que ninguna otra filosofia habida y por haber.
En segundo lugar.(acaso mil veces mas importante que la austeridad)
El celibato y el no poder tener descendencia. Siempre supe mi obligacion de ayudar a traer alguien al mundo.
Ese alguien, seria la persona perfecta a quien contarle historias super fantasticas acerca de mi infancia y, eterna adolescencia.
De esa necesidad inmensa de mentirle a alguien nacio Lucas.
Hace un par de años, me cruce con un grupo de los arriba mencionados monjes y, para mi desconsuelo veo con ellos; dos o tres chicos de entre 4 y 7 años aproximadamente.
Estos infantes estaban vestidos con uniforme reglamentario y demas.
Esto obviamente, me obligo a investigar un poco mas a fondo. Despues de leer un poco aca, un poco alla, me entero de lo siguiente:
Al contrario de lo que pense, las relaciones sexuales no estan prohibidas, aunque si reservadas casi exclusivamente para la procreacion.
Esta regla es muy facil de ignorar, dado que se puede alegar la busqueda infructuosa de ese nuevo militante para engrosar las filas del movimiento y de esa forma; garantizar la existencia infinita de grupos danzantes en aeropuertos, terminals de autobuses, estaciones de tren, etc, etc..
Despues de digerir el desencanto de no haber sido monje debido a mi falta de informacion pense:
“ Al menos no tengo que ir por la vida envuelto en una sabana. Ellos, desgraciados que no informan al publico de los verdaderos requisitos para unirse a tan prestigiosa sociedad, no pueden llevar nada mas que esa sabana y, quizas unos platitos metalicos para hacer un poquito de ruido mientras bailan”.
Justo eso es lo que pensaba hasta ese dia pero el destino, habia planeado reirse de mi una vez mas.
caminando por las tiendas en el aeropuerto Narita de Tokyo un 7 de junio del 2008, tratando de matar el tiempo y, hacerle honor a mi espiritu capitalista, mientras llega la hora de que volvamos a casa, veo esto..
Este no parece ser Hare Krishna pero en mi libro todos son lo mismo, unos insensibles.
Friday, August 29, 2008
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